Por William Cacer
LA
HABANA, 31 de Octubre.- La Dirección Municipal de la Vivienda ordenó
la demolición de un estudio fotográfico, ubicado en el municipio
Habana Vieja, luego que su dueño, el fotógrafo Juan Carlos Muñoz
Infante, denunció al Director de esa entidad por actos de
corrupción.
“De
qué lucha contra la corrupción habla Raúl Castro en sus discursos.
Yo sólo hice lo que haría cualquier ciudadano ante un caso así”,
expresó Muñoz al ser consultado.
Días
atrás el fotógrafo había denunciado a Alfredo Frómeta Blanco,
Director de la Vivienda del Consejo Popular Habana Vieja, mediante
una grabación donde el también dirigente comunista le exigía una
suma de 500.00 CUC (equivalente al salario de más de dos años de un
trabajador del Estado) para retirar la orden de demolición.
En
una grabación que Muñoz entregó a la redacción de Hablemos Press
se puede escuchar cuando Frómeta Blanco le dice: “Si no tienes el
dinero estás embarcado, mi hermano”; búscate los 500.00 CUC,
porque somos mucha gente involucrados en esto, y las cosas para que
funcionen tienen que hacerse bien”.
A
pesar del llamado realizado por el presidente Raúl Castro, -a
combatir la corrupción- estos hechos avanzan a pasos de gigantes en
una nación cada vez más empobrecida y sin rumbo a seguir, donde la
gente ve el robo y la corrupción como una alternativa económica a
los bajos salarios que devengan y el alto costo de la vida.
Muchas
familias en Cuba viven de los ingresos del trabajo por cuenta propia,
luego que la crisis del comunismo en Europa obligó al ex gobernante
Fidel Castro a buscar alternativas causadas por este fenómeno.
“Todo
aquí está en regla; mi esposo paga su patente como fotógrafo y
grabador de discos, y tenemos en orden los papeles del local, el cual
remozamos con mucho sacrificio; si nos lo demuelen, de qué vamos a
vivir”, comentó Diana Peraza, esposa de Muñoz.
El
pequeño estudio fotográfico está ubicado en la calle Suárez
número 110, entre las calles Apodaca y Gloria, Habana Vieja, La
Habana, y tiene todos sus papeles en regla desde el 2009, fecha en
que Muñoz decidió dedicarse a la fotografía para sostener a sus
hijas, sus padres ciegos y a su hermana, una paciente de VIH-SIDA.
“Antiguamente
el cuartito, donde Juan Carlos tiene ahora su estudio, era un
vertedero de basura lleno de inmundicias, mosquitos, ratones y
cucarachas; un verdadero foco potencial generador de enfermedades”,
señaló Ernesto Calleja, un vecino del lugar.
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